martes, 9 de junio de 2015

Restaurante Casa Portal

Para esta nueva quedada de cachoperos nos hemos ido hasta el barrio de Goya, al lado del retiro, al restaurante Casa Portal.

Restaurante Casa Portal

Lo conocimos ya que participará en las Jornadas del Cachopo 2015, del que ya os hablamos en una entrada anterior. Las referencias en Tripadvisor no eran malas, y aunque es cierto que no hablaban mucho del Cachopo en sí, suelen ser consecuentes con la calidad en general.
Normalmente no suelo consultar en profundidad la página web del propio restaurante, porque lógicamente todo es maravilloso. Primer error.
Reservamos, pero no hubiera hecho falta, ya que éramos 10 personas en total, de un aforo de 40 aprox.

La decoración por fuera es tradicional, parece la de un bar con solera que ha querido mantener su identidad, como si fuera el café Gijon. Nada más entrar nos golpea un fuerte olor a cabrales. Nos íbamos a hinchar.
La decoración interior es como la de un bar antiguo de Asturias. Hay una delgada línea entre lo tradicional y lo trasnochado, entre lo vintage y lo viejo, entre lo clásico y lo viejuno, y este restaurante ha traspasado esa línea posicionándose claramente en la segunda acepción de cada pareja.

Al lío.
Como siempre quedamos un rato antes de la hora de la reserva para tener tiempo a tomar unas cervezas en el bar y ver que tal pinchos ponen. Solemos cenar muy pronto, porque algo que la experiencia nos ha demostrado es que si nada mas cenar te vas a la cama, te dura el cachopo hasta la noche siguiente.
Las tapas prometían, de primeras un bollo preñado, con chorizo y huevo. No podía estar más seco y mas duro. Esos eran mayores de edad. Le siguieron unos trozos de pan Bimbo untados con algo y una tortilla que claramente era comprada, quizás hasta congelada.


Bollos preñados y San Miguel

Por cierto, el camarero tuvo la habilidad de servir tres rondas sin ni siquiera abrir la boca. Muy majo él.
Vamos para dentro. De momento cero. Los cachopos serian mejor.

Para pedir los entrantes fue complicado, había poca variedad y sobre todo subido de precio. Mientras nos decidiamos nos pusieron un salmorejo de la casa. Buen detalle, además que estaba bueno. Pedimos unas socorridas croquetas, de cabrales y de verduras, que estaban muy buenas, y una tortilla de bacalao. Previamente preguntamos si iba a ser como la que nos sirvieron fuera (una mierda) pero con bacalao. Y no, eran caseras, pero era una tortilla francesa con bacalao. Muy buena, pero muy pequeña para su precio y muy distinta a lo que esperábamos.



Croquetas de Verdura / Cabrales
Tortilla de Bacalao
Llegó la hora del cachopo. En este caso no había variedades, así que tan solo tuvimos que elegir la cantidad. Aconsejados por el camarero pedimos uno para cada dos.
El tamaño era grande, de los mayores que hemos visto, y venían cortados y acompañados de patatas fritas caseras y pimientos de piquillo por encima. A primera vista se les veía compactos y un poco tostados.



El (majestuoso) Cachopo

Al servirlos, el color ya no apuntaba, el queso era rosa de haberse mezclado con la sangre, lo cual no tendría por que ser malo, porque significaría que estaban frescos, pero por alguna razón mosqueaba ya que no nos lo habíamos encontrado nunca. El rebozado era perfecto, no tenía ni un drugo y era demasiado uniforme. De nuevo estamos en lo de antes, debería ser algo bueno, pero huele mal.
El filete estaba muy duro, muy seco, lo que no cuadraba con la presencia de sangre.


Corte (en rosa)
Discutiendo entre nosotros como si fuéramos entendidos, llegamos a decir que había que ser químico para saber lo que había pasado con estos cachopos. Pero vamos, que viendo ese color entre rosado y morado, lo duro que estaba, el rebozado que tenía y lo poco que tardaron en sacarlo, yo he llegado a la conclusión (personal) que esos estaban ya hechos y congelados, pero vamos, como Dios pintó a Perico. Era mucho más parecido a su primo el San Jacobo que a su pariente francés, el Cordon Bleu.
Lo de las patatas no tiene explicación. Quizás el aceite un poco frío. Malas.
Aún así no sobró mucho. Quizás por la sidra, que esa sí estaba buena.

De postre pedimos un arroz con leche casero. Unos cuencos planos, con una mano de azúcar tostada a soplete y que habían formado un caramelo tan duro que casi no se notaba el sabor del mismo arroz. Me imagino al cocinero creyéndose un Dabiz Muñoz con el soplete de los chinos... Tirando a malo también.

Arroz con leche

Al final nos invitaron a una copita de licor de hierbas (esta vez no nos dieron a elegir entre varios licores) que bueno, aunque buen detalle, no apaciguó el descontento general.

Os acordáis cuando os hablaba al principio que el primer error de no mirar la web del restaurante? Pues aquí está el intríngulis. No es muy habitual, pero en la página está la carta incluyendo los precios. Si hubiera mirado me hubiera dado cuenta que el pseudo cachopo costaba nada menos que 26, el más caro con diferencia hasta la fecha.
Al final 28por cabeza. Exagerado.


"La dolorosa"
No volveremos. Y ellos ya pueden espabilar y bajar el precio si quieren hacer algo en las Jornadas del Cachopo de Madrid, porque es algo que está en auge y puede ser el principio del fin.

Mención especial a nuestro invitado ilustre de la noche, Toni, que se desvirgaba en esto del Cachopo y lo hizo con mala pata, pero ni siquiera protestó. Te prometemos que a la siguiente te llevamos a uno de los que vamos sobre seguro.

Información:
Restaurante Casa Portal
Web
C/ Doctor Castelo, 26
Madrid 28009
Tel.: 91 574 20 26


No hay comentarios:

Publicar un comentario